sábado, 21 de febrero de 2009

HISTORIA








En el año 1200, el escultor arquitecto Valerio Ponzanelli creo la cátedral de Carrara en Italia, desde entonces hay registro de la línea enfocada a las artes plásticas y se funda una de las dinastías de más tradición y talento, la Familia Ponzanelli.

Adolfo Ponzanelli (mi Bisabuelo), marca los cien años de Ponzanelli en México, fue discípulo de Augusto Rodin, llegó a México en el año de 1906, contratado por el Arq. Adamo Boari para participar en la construcción del gran Teatro Naciona, hoy Palacio de Bellas Artes, trabajó al lado de Bistolfi en las estatuas monumentales de la fachada principal; colaborando también en las esculturas del Ángel de la Independencia. Fundó la marmolería Ponzanelli ejecutando cientos de monumentos sepulcrales, recibió una condecoración de la Santa Sede, por el conjunto de Juan Diego y la Virgen de Guadalupe, que está en los jardines del Vaticano, en esta obra colaboró con él su hijo y discípulo.





Octavio Ponzanelli (mi Abuelo), nace en la Ciudad de México en 1918, desde muy pequeño se interesa por el arte, a los dieciséis años ingresa a la real Academia de Arte en Florencia, dedicando su vida al arte y destacando principalmente el bronce sobre sus desnudos, teniendo un sin número de obras y entre las que más destacan los bustos de Agustín Lara, María Grever, Tata Nacho, Gonzalo Curiel, y otras para la avenida de los compositores en Chapultepec, dejando obras como Don Quijote de la Mancha, monumento a Rubén Darío, a Don Francisco I. Madero, Lázaro Cárdenas y así podríamos seguir mencionando diversas obras. Pero sus obras más preciadas fueron sus hijos de los cuales destacan Gabriel y Ricardo.




Gabriel y Ricardo (hermanos de mi papá), destacan por sus grandes obras en toda la República Mexicana, así como en el extranjero, todos ellos nacen con el arte, sus obras son numerosas y sobresalientes entre los miembros de nuestra sociedad, ya que se han ganado el cariño y gusto de las personas por sus grandes obras escultóricas que impresionan a las personas más insensibles, cuando con sus manos transforman la plastilina en una obra de Arte

EL CHARRO SEXY

Esto fue en el bautizo de mi ahijada Hanny, después de la misa, antes de que llegaran los invitados a la casa, juro por mi vida que no tenia ni una gota de alcohol en la sangre, nadie me cree eso, pero es la verdad. Los charros también bailan.