lunes, 9 de febrero de 2009

COLORES Y TEXTURAS



Entre mis amigos, destaca uno al que llamaremos el ángel azul, hace tiempo, me comentó que se encontraba de compras y tenia ganas de cambiar el aroma de su loción, mientras cataba los olores de las multiformes botellitas, le comentaba a la dependienta que cada esencia le hacia pensar en algún color: -Esta huele amarillo…aquella tiene un aroma rojo… la otra un aroma violeta…
Desde ese día, me he dedicado a la ociosa tarea de encontrar el color de todo, de los aromas, de los sabores, de las sensaciones, de las situaciones e incluso hasta el color de la personalidad de la gente que me rodea. He descubierto que tengo conocidos de colores intensos, pero también algunos de tonos pálidos, tengo relaciones afectivas brillantes pero también algunas opacas.
Lo que hoy me intriga, es encontrar de qué color es el amor. El amor es algo que se siente muy fuerte, podría tener un elevadísimo tono rojo brillante, también es una enorme fuente de paz; entonces seria de un deslumbrante blanco. Pero cuando duele, puede ser tan terrible como un negro mate. Cuando da seguridad, se torna de un hermoso tono naranja; pero cuando genera dudas se convierte en un frío gris.
¿Acaso el amor tiene todos los colores?
Hablemos de texturas, también hay mucha variedad en este ámbito, hay gente con espinas, también personas rasposas y por supuesto personalidades aterciopeladas, todos conocemos algún ejemplo de ellos.
Encontrar la textura del amor se me ha tornado muy complicado. Quisiera afirmar que es terso como un durazno, pero puede ser áspero como roca de volcán, algunas veces es suave como la nieve recién caída; pero puede tornarse tan duro como el mármol. Puede ser muy sutil como un beso en la mejilla; o intenso como una uña clavada en la espalda.
Hasta hoy, he concluido que el amor es diáfano como un cristal, no puede tener colores, es necesario ver y sentir a través de el.
La textura no he conseguido definirla, pero hoy no quiero hacerlo, no quiero verlo ni quiero palparlo, solo tengo ganas de disfrutarlo.