martes, 1 de julio de 2008

HUELE LOS COLORES



Todos tenemos nuestro ángel, el mío es del color del cielo, nunca pude verlo, pero he sentido su aroma, huele al mas hermoso tono de azul.
Algunas veces parece que no está, que esta distraído o quizás cansado de cuidarme, guiarme, aconsejarme y acompañarme, supongo que esta lejos y me urge sentirlo, eso es sencillo, solo abro mi alma a los sueños, respiro, mas lento, mas profundo, estoy usando ropa blanca, me siento puro y estoy allá, donde no se distingue en que parte termina el cielo y comienza el mar, parece que fueran uno solo, estoy en su hogar, aquí vive mi ángel, acá donde todo es azul, puedo tocarlo, esta en su nube, no lo veo pero se que me mira tiernamente, con esa mirada que solo tienen los ángeles, sonríe y esa sonrisa es tan cálida que me da pena no poder compartirla con todos, tiene esa cara tranquilizadora, ese gesto que me dice: “aquí estoy tonto, aquí estaré siempre, no desconfíes”. Me hace regresar a la infancia, a esas noches cuando temía la oscuridad de mi habitación y me escondía debajo de las sabanas con los ojos bien abiertos y el corazón latiendo tan duro que podía despertar a los vecinos, esos insufribles años en los que no era consiente de su compañía. No fue fácil descubrirlo, no hubo quien me dijera donde buscarlo. Pero lo hice, lo encontré. Busca al tuyo, es así de simple:
Cuando estés en completa soledad cierra los ojos y aspira lo mas profundo que puedas, despacio, sintiendo todos los olores, pon atención en los que no están en el ambiente, es en esos en donde está tu ángel, no tendrás dificultad para identificarlo, es ese, el que te da paz, el que te llena de confianza y serenidad. Necesitaras oler su color, solo así sabrás donde vive.