martes, 16 de septiembre de 2008

TUS BESOS


Así, justo como hierro caliente en la piel quedan marcados tus besos en mi boca. El solo contacto de tus labios con los míos me produce experiencias indelebles.
Ese inconfundible sabor a tabaco cuando fumaste sabiendo que voy a regañarte y me besas solo por provocar en mi un disgusto que va a divertirte; ese frió después de que jugaste tu lengua con un hielo que convierte tus besos, frescos de por si, en heladas caricias incitantes, disfruto la culpa que sientes por comer un chocolate que transforma el contacto en un dulce motivo para seguir besándote.
Esos besos íntimos, cuando solo somos tú y yo, cuando son salvajes, apasionados, cuando llevan tu sabor, esos, los que transmiten tu pasión y la entrega de tu alma, esos, los de ambrosia y veneno.
¿Los mejores? No se… los que me embriagan, sin duda, los que me emborrachan y hasta me producen resaca sin que necesites saborear un trago de alcohol, no, los que me hacen soñar, si, son esos, los que me cierranlos ojos y me llevan cerca el sol.
No puedo dejar de hablar de aquellos besos, aquellos, los del saludo, cuando llego a mi hogar cansado, fastidiado y estresado, ese beso que incluye una sonrisa y un comentario sanador capaz de quitarme toda la carga negativa que me dejo un día rutinario. También es lindo el que recibo cuando me llamas a medio día para saber como estoy, ese sin sabor y sin sonido, que es, mas bien platicado “-Te mando un beso, cuídate”.
¡Pero faltan! Hay muchos que aun no recibo, hay muchos que no me diste y que llegaran mas adelante, los espero ansioso.